Saturday, February 23, 2008

5,4,3… ¡Nos vemos en la boda!


Dentro de una semana estaremos disfrutando del fiestón que prometimos hace casi un año (qué manera de pasar tiene el tiempo). “¿Nerviosa?, Pues no. ¿Lista?, creo que sí (no importa que me falten dos invitaciones por entregar, ja). ¿Emocionada? A todo lo que da”. Ésa es la batería de preguntas y respuestas con la que voy por la vida desde hace unas dos semanas. Aunque hoy caí en cuenta de lo que sí causa un hoyo en mi estómago: pensar en el hecho de reunir a toda la gente que, de algún modo u otro, tiene un significado en nuestras vidas, en un mismo tiempo y espacio. Porque hasta ahora, uno de los momentos más emotivos de todo este proceso ha sido enfrentarnos a la lista de confirmados. De pronto, ver que un número mayor al esperado ha dicho que estará con nosotros ese día le da todavía más sentido al habernos embarcado en semejante aventura. Me consta que en las bodas uno suele convivir poco con los novios, pero créanme que si algo me emociona es verlos.
Que hayan seguido este blog, que nos hayan estado preguntando cómo iban las cosas… en fin, que tuviéramos un buen pretexto para estar en más comunicación no ha hecho más que reforzar en mi cabecita atolondrada la importancia de los buenos amigos. De corazón, gracias a todos y ¡nos vemos en la boda! M

Tuesday, February 12, 2008

La dulce espera



En mi imaginación, el mes previo a la boda se me iría quizá en ponerme nerviosa para la fiesta, repasando detalle a detalle el plan para el dichoso sábado 1 de marzo, revisando de arriba abajo la lista de invitados, contando las horas de cada día restante, perdiendo la paciencia por cualquier cosa y cuidando en extremo mi dieta para que el vestido volviera a quedarme tan bien como la última vez que me lo probé (hace como mes y medio), pero la realidad ha sido otra muy distinta. Una tal María Clara (mejor conocida como Marie Claire) se cruzó muy campante en mi camino y ha estado consumiendo mi tiempo, energías y esfuerzo sin piedad desde la Navidad.
Aunque siempre tengo un calendario a la mano y suelo tener muy presentes las fechas, me siento como si alguien hubiera apretado el botón de fast forward. De pronto, sólo faltan unos cuantos días para que llegue el miércoles por la tarde en que saldré de mi oficina para no regresar sino hasta mediados de marzo. De pronto, el pantalón de la pijama se me cae producto de una rigurosa dieta de estrés laboral. De pronto, la lista de pendientes se ha reducido al mínimo y todo parece resolverse solo. De pronto, mucha gente ha empezado a decirme: “Nos vemos en la boda”.
Aunque hoy es uno de esos días en los que de verdad no sé qué me tiene más alterada: la emoción porque la fiesta finalmente está a la vuelta de la esquina o la angustia de que las cosas por resolver en la oficina no cesan de acumularse. O a lo mejor son las dos , sumadas a unas ganas locas porque el 1 de marzo no se extinga tan rápido como, en perspectiva, lo ha hecho casi un año de nuestras vidas. M

Monday, February 11, 2008

3 semanas y contando


¿Listo? Es lo que me preguntan muchos para saber si estoy preparado para lo que viene el 1 de marzo. La verdad es que yo sí estoy listo, pero la fiesta todavía no. Aunque parezca increíble, después de casi un año de planeación, no hemos podido cerrar la lista de pendientes y siempre salen detalles nuevos a los que hay que ponerles atención.
A menos de tres semanas no hemos terminado de entregar invitaciones. La semana pasada fuimos a conocer el hotel en el que nos vamos a quedar en Tepoztlán y descubrimos que está suficientemente lejos como para cancelar las habitaciones de todos los que ya habían hecho sus reservaciones ahí (Por cierto, no se hospeden en el Hotel Amatlán). Y así puedo citar un sinfín de inconvenientes que no se acaban.
El asunto es que aunque parezca que eso de organizar una fiesta es algo increíblemente difícil, en realidad no importa tanto si la fiesta no está lista. Lo importante es que Moni, nuestros invitados y yo estamos listos para la fiesta. A